EL RESPETO AL TERRUÑO EN ALIANZA CON LA MÁS AVANZADA TECNOLOGÍA, PUESTA AL SERVICIO DE LA TRADICIÓN, ES LA ESENCIA DE NUESTRA FILOSOFÍA DE VINIFICACIÓN.
Trabajamos sólo con uvas de cosecha propia, que recogemos a mano en cajas pequeñas por la mañana. Pasan las 24 primeras horas en una cámara frigorífica (2ºC) para reducir al mínimo los aportes de sulfitos, y protegerlas de posibles oxidaciones.
La fermentación se hace en tanques de hormigón y acero inoxidable, buscando la mayor expresión aromática de las variedades que se vinifican por separado y que siguen una vinificación por gravedad.
La crianza se lleva a cabo exclusivamente en barricas de roble francés y grano fino que se utilizan sólo 4 o 5 años. Desde 2015, la bodega experimenta crianza en tinajas de arcilla para la elaboración de nuevos vinos.